
Algún recuerdo perdido danza en mis entrañas dejando huellas que me hacen arder. Incapaz de controlarlo, la frustración me invade y me obliga a ver como todo a mi alrededor se torna gris. Mi debilidad me arrincona, me siento incapaz de decidir qué hacer. Doy esta batalla por perdida. La espada que mi mano blandía desapareció sin explicación alguna y la armadura que me cubría ahora se encuentra en pedazos, rodeandome, tanto ella, como yo no hemos resistido el golpe. ¿Y ahora, qué puedo hacer? Ya no sirve de nada seguir el sendero. No puedo encontrar lo que desapareció. Solo queda aprender a vivir sin ello...solo queda aquello que más temo.
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