lunes, 11 de enero de 2010

Y ella...

Ella, especial entre tantas, o la aman o la odian, la dosis de perfección que el mundo necesita. Todos desean respirarla pero nadie se atreve a hacerlo. Tan frágil y pálida como la porcelana, tan delicada como una muñeca. Sus ojos un mar de misterio inpenetrable... pero nadie sabe que dentro de esta máscara existe una vida de imperfección, de lágrimas, de triteza...
Y es que ella se odia. Ella se mira en el espejo y se aborrece, estalla su rabia y llora, y grita, grita que no puede más. Su perfección es su martirio y esque ella no se puede escapar de si misma, no puede ocultarse trás su máscara.
Ella desea que su mundo no sea una mentira, que su mundo no sea una simple apariencia. Siente que vive engañando, siente que vive engañada.
Sus sonrisas son las esposas que le atan a su mentira. Estafa a su alma mientras muestra felicidad antes todos aquellos que sucumben a su exterior.
Un mar de "te quieros" que le han sido otorgados surcan su mente que al instante los rechaza. Ella no necesita palabras, solo necesita demostraciones.

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