Días que pasan lento. Ellos cambian como el estado de ánimo en su corazón, ha soportado tanto que ya no puede, ya no quiere, ahora se derrumba. Recuerda y extraña. Lee y recuerda. Cada vez más lejos de un pasado feliz. Cada vez más cerca del olvido. Pero siempre cargando con el peso de un corazón astillado que quedó grabado a fuego con su nombre. Quien le iba a decir que esto sucederia, que se acabaría y no querría regresar.
Ella sabía lo que quería pero no estaba preparada para aquello que sucedería...
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